martes, 30 de diciembre de 2008

Cuando damos, ¿lo hacemos realmente por nosotros o por los demás?

Si, seguramente ya con el título del post se nos viene a la mente la canción "Dar es dar" del cantante argentino Fito Páez. Si lo desean pueden leer la letra ahora antes de continuar leyendo esto (no hace falta). Todo viene a cuento porque vi un mini-documental de este cantante en donde explicaba un poco de dónde pudo haber salido la canción.
Cuenta Fito que le gusta una frase de Almodóvar: decia que "dar era una forma encubierta y muy sofisticada del egoísmo". Aclara luego Fito que "es así porque te hace bien, ¿cómo no vas a querer sentirte bien?". La corrección que propone es "dar y no pedir... si pedís hay tranza y hay negocio, entonces el hecho de dar y no pedir le sacaría mercantilidad al efecto moroso". Sencillamente tremendo.

Pareciera por momentos que el tema termina acá y no hay más nada que agregar. Pero, teniendo en cuenta el post anterior sobre las distintas realidades de cada uno, no es tan así desde un punto de vista más profundo. De nuevo, la idea es ir buscando -a contramano de lo que dice la canción de Fito Páez- en qué casos estaría bien dar o no, y de qué forma. Desde mi punto de vista (es discutible) dar y no fijarse en nada más encajaria en el modo "abstracción de su modo de vida", la primera opción explicada en dicho post. Como para ir dejando a Fito, aclaro que este tipo de pensamientos -evidentemente- no está mal, todo lo contrario ¡lo mucho que nos dió!. Lo que no quita que haya otros detalles a tener en cuenta...

Bien, comencemos... resulta que alguien te pide ya sea o un favor o algo material. Te sea o no difícil acceder a la petición, los interrogantes son: ¿Te sentís bien vos?, ¿la otra persona?, ¿los dos?, ¿ninguno?, ¿ella lo va a tener en cuenta a futuro?, ¿te fijás si ella lo va a tener en cuenta o no?, ¿está bien que ambos se fijen en eso o no?, ¿es correcto dar cuando vos te sientís afectado negativamente al acceder a la petición?, ¿si vos te sentís afectado negativamente, el "efecto moroso" de dar es mejor a que si no te afecta?.

Sigue:
¿pensaste si justamente el efecto moroso para con vos decide que es mejor no acceder a la petición?, ¿si vos das y te sentís bien... pensaste si accediendo a la petición le haces mal a ella (no siempre dar es algo positivo para ambos, supongo)?, ¿vos das para recibir?, ¿esperás algo a cambio?, ¿cuando das lo hacés sólo para tapar algo malo que hiciste?, ¿está bien todo esto, nada o algunos casos?.
Hay hasta casos en que alguien da y causa un efecto secundario sin darse cuenta que es beneficioso para otros, un ejemplo rápido real: resulta que una persona cinéfila (aficionada al cine) subtitula películas y las pone para descargar en internet, entonces una Asociación de sordos le agradece. El cinéfilo puso las películas sólo como un pasatiempo, y para colmo a lo mejor ni siquiera las subtituló para los sordos -pues las películas estaban en inglés. ¿Es correcto agradecerle por algo que ni siquiera lo tuvo en cuenta?, y ya que estamos ¿es correcto tomar algo para lo que ni siquiera hemos sido tenido en cuenta? sólo si nos conviene, ¿no?. Se supone que agradeciendole al cinéfilo se lo quiere hacer sentir bien, y de nuevo la pregunta, ¿por qué si el objetivo real fue para sentirse bien él y no a los sordos?. Y teniendo un pensamiento más egoista todavia, a lo mejor le agradecen para que se motive y siga subtitulando películas, sino los sordos no podrían verlas.
Otro caso rápido: supongamos matan a varios jovenes por algún motivo en especial y los padres protestan hasta crear una Organización para que dicho acto no ocurra más. ¿Lo hacen realmente en beneficio de los demás, o sólo es un modo de lavar culpas y dolores propios?, si pueden hacerlo, ¿por qué no lo hicieron antes?.

¡Opa!, se complicó el asunto... no quise decir nada con las preguntas y situaciones, simplemente las he planteado para que pensemos un poquito. Aclaro por si alguien piensa que insinué algo malo.

Varios de los casos planteados ocurre seguido e incluso la gente los puede detectar inconscientemente al menos. Y ya a estas alturas quizás alguien se dio cuenta del punto clave: la idea sería crear una transacción consciente para beneficio -futuro o presente- de ambas partes. Creo que muchos de los problemas sociales hoy en día viene de la mano de estos motivos. ¿Por qué creo que debería ser consciente y no al voleo? para que no haya malos entendidos de tipo "ah pero yo pense que si hacia esto entonces vos...", "lo hice por vos y vos me haces esto...". Si crearamos la transacción y supiesemos cerrarla convenientemente para ambas partes yo creo que estaría todo más claro, todo más armonioso (como siempre esto es pura teoría, a lo mejor los problemas que se crean a partir de ésto son peores, vaya uno a saber).

Quizás muchas rupturas interpersonales son porque la gente cree que esta dando "bien" de buena forma (por ejemplo, obras caritativas o favores ecológicos) y a lo mejor resulta que no es beneficioso para los demás a largo plazo (¿recuerdan la canción "La navidad de Luis" de León Gieco?, otra canción que viene como anillo al dedo para lo expresado aquí). Esto por supuesto también lo digo aplicandolo a relaciones familiares, amistosas, laborales y de cualquier tipo.
Muchas veces nos enojamos con alguna persona porque nos pareció que la hemos beneficiado con un acto nuestro -cuando en realidad lo hacíamos sólo por nosotros- y resulta que no nos "devolvió" lo esperado.
Y se viene peor cuando cierta gente dona hipócritamente a "centros de caridad" para tapar sus males personales cuando en realidad no está haciendo más que alimentar parte del ruido social. Los demás le dan a cambio una confianza y se le crea una buena imagen que suena mas como a una especie de perdón de Dios. ¿Quién es el beneficiado en realiad?, si todos cumpliesemos (me incluyo eh) con nuestros roles lo mas correcto posible, seguramente muchísimas cosas cambiarían.

Hay que ver también la contraparte: es cuando pedimos. Son rarisimos de ver los casos en que uno pide para hacer bien a otra persona, se supone que si pedimos es para nuestro beneficio. Solemos prometer cosas a cambio (a veces indirecta e inconscientemente claro) y lo considero un caso de egoismo, como queriendo obligar al otro a acceder a la petición sin pensar si esta conforme o no. O peor aún, como admitiendo que no hemos sido "buenos" con dicha persona, ¿no?.

Habría que saber casi por instinto en qué casos acceder a una petición y tambien en cuáles hacer un pedido. En realidad tampoco hace falta deterse demasiado a pensar en el acto, quizás lo ideal sería en algunos casos detenerse a pensar luego de la acción, para ir mejorando. Las personas que se llevan siempre bien, es porque saben al menos por instinto detectar favorablemente para ambas partes la mayoría de estos casos.

Demás está decir que dejo el tema abierto a otros pensamientos, hay más tela para cortar, y muchos casos que no planteo aquí para no causar aburrimiento. Un arranque para ir afilando las ideas.
Por último, yendo más al plano amoroso pero aplicable a todo, se me vino a la mente Virus: "En cosas importantes es bueno pensar antes, compartamos poderes con conciencia y placeres" en el tema Amor o acuerdo. Digo, como para que no queden como tan delirantes mis ideas.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Si todos nos entendieramos, ¿sería aburrido o habría nuevas ideas?

Aunque a priori no tenga mucho que ver, esta entrada está relacionada con Ética: la neblina del razonamiento publicada en éste mismo blog. En ella se analiza un poco la forma de razonar de las personas, y el tema de cómo ser objetivo en nuestras opiniones.
Ahora bien, resulta que algunas personas con las que me he topado no están dispuestas a leer o entender a otras en donde su escenario (realidad) es distinto. Y claro, es social y prácticamente entendible: ¿usted aceptaría un consejo o escuchar a una persona que estuvo presa varias veces?, si el preso quiere dar un tip sobre el cuidado de los hijos -por ejemplo-, seguramente mas de uno ni siquiera terminaría de escuchar la frase.

A mi personalmente me gusta ser lo más abierto posible en ese sentido, ya que me interesa conocer diferentes realidades. La realidad de cada uno vendría a ser el punto de vista de la persona, cómo se fue construyendo su vida, qué cosas fue tomando y dejando. No hace falta ponerse a pensar mucho para entender esto... si a alguien lo han asaltado cinco veces en los ultimos meses, dirá que hay mucha inseguridad. Si a alguien de la misma ciudad no lo han asaltado ninguna vez en los últimos meses, dirá que no hay inseguridad.

Como bien dice en la entrada citada anteriormente, cada persona tiende a ver una sola realidad: la suya, su punto de vista... no existe otra realidad que la vivida por ella. Cualquier otra forma de vida de otra persona le parecerá más o menos interesante, mal o bien; pero pocos se detienen cinco segundos a pensar que es justamente distinta forma de vida pero las personas son escencialmente parecidas: cambia su realidad.

Una de las posibles soluciones a este problema social sería crear una abstracción en la forma de comunicarnos y relacionarnos. Si dos realidades distintas se chocan es previsible que aparezcan los problemas: entonces ante ese escenario para que las personas se puedan llevar todas bien, una no debe conocer muchos detalles de la realidad de la otra. De esta forma es posible que todos nos entendieramos mejor y ver que en el fondo somos iguales, que podemos llevarnos bien.
A ver, las personas a veces tienden a comunicar todo de forma muy personal, lo que lleva a caerle mal a otras personas. Si ante un suceso todos opinaramos más allá de nuestra realidad personal (me refiero a personas que no conozca demasiado, es algo distinto si son pareja, hermanos, amigos, etc.) muy probablemente todos nos entenderíamos, ya que no nos tendríamos que esforzar en conocer la realidad de las otras personas (siguiendo con el ejemplo, obviando el hecho de que haya estado presa). Y cuando intentamos ver la realidad de los demás (y no sus opiniones) ahí es cuando se quiebra todo: es bien distinta a nuestra realidad.
Siguiendo con el ejemplo de la inseguridad, si esas dos personas se encontraran comenzarían a discutir sobre si hay o no inseguridad. Es que no es que haya o no inseguridad: de nuevo, el tema acá es la realidad de cada una. Entonces, ninguna de las personas debería decir si hay o no inseguridad, simplemente quejarse por los asaltos y contar lo que le pasó. Esto crearía un lazo especial hacia la persona que no la asaltaron, lo que llevaría a entenderla y corregir su visión sobre si hay inseguridad o no (por más que no la hayan asaltado). Y quién sabe, a lo mejor se ponen de acuerdo y toman precauciones conjuntamente... nada de esto pasaría si los dos insistiesen en que si hay o no inseguridad.

Si lo contado anteriormente ocurriría masivamente -lo de crear la abstracción- ¿sería todo muy aburrido?. En primer lugar, no va a pasar al menos en el cien por cien de la población. Segundo, no es que sería aburrido sino que se viviría un cambio profundo y social en donde quizás a esa generación sí le parezca demasiado tranquila la vida, pero las próximas generaciones entenderían muy bien (sus hijos dirían "que loco ¿no?, ¡antes la gente se ponia a discutir si hay o no inseguridad en vez de tomar medidas!"). Y por supuesto, traería nuevas ideas y, por qué no, nuevos problemas. Todo en su justa medida.

Otra de las posibles soluciones, yo creo la más difícil, es intentar no creer que su realidad es única y entender la de los demás. No quiere decir que se esté de acuerdo con todas las opiniones, ojo, significa que el trato sería más llevadero al no hacer prejuicios sobre lo vivido. A esta opción la veo como la más "emotiva" y no tan seca como la primera. Sin embargo, provocaría que una persona influya muchísimo sobre la otra y quien sabe, quizás en la próxima generación ¡todas las personas serían exactamente iguales! y con una visión extremadamente abierta y rica. Todo en su justa medida.

Existe una opción extra, a mi modo de ver, y es sorprendentemente opuesta a las dos anteriores. La primera se refería a ver sólo las opiniones (abstracción de su modo de vida), la segunda a basar las relaciones y opiniones entendiendo las realidades (ésta segunda es mi preferida si no se es extremista) y la tercera se trataría de no darle importancia a las opiniones y relaciones (comunicaciones entre las personas) sino sólo ver su realidad. Esta tercera opción no me gusta, veo un escenario nubloso y con pocos razonamientos. Una especie de "vivamos así nomás, total...". Sería de super-comunicación. No habría muchas críticas. Esta opción sí que se le podría llamar "aburrida": no pasa nada malo ni nada bueno, poca emoción con valores débiles.

Tampoco hace falta que haya un cambio masivo, seguramente el mismo escenario (el de que todos nos entendemos) ocurre u ocurriría con las personas que son así. Si nadie se atreve a comenzar con el cambio personal, se crea un círculo vicioso y dificilmente se corregirán los problemas.

Y usted, ¿cuál elegiría?, ¿lo esta haciendo?, ¿esta de acuerdo con estas reflexiones?

sábado, 13 de diciembre de 2008

El enemigo

El enemigo



Luis Alberto Spinetta



Silver Sorgo (2001)





Con una sola vez en la que el viento diga tu nombre,
mi corazón latirá muy fuerte hasta llegar.
Mientras se detenga el tiempo entre cuerpos como arena en las manos,
la lejanía dice adiós hasta estallar...
Vuelve y siembra en su vientre una plegaria.
Sube y vuela tu mirada hacia el mar.
Y es que nada, nada detendrá mi amor.
Y hay que impedir que juegues para el enemigo...

Puedo hasta tocar el cielo en el que flotan todas almas perdidas,
y mi corazón latirá muy fuerte hasta llegar.
Y si un espejo falso ves, que no responda tus mismas lágrimas,
la lejanía dirá adiós hasta estallar...
Oh! regresa y hunde tu cuerpo en esta tierra.
Sube y vuela tu mirada hacia el mar.
Y es que no hay otra oportunidad.
¿Por qué sólo es esto todo lo que tenías para dar?...

Madre de la vida, por favor ilumina a la gente,
o todo verdor y creación y tu amor se perderán...
Quieren imitar al sol, que se escapa en ese espectro dorado,
y la lejanía dice adiós hasta estallar.
Vuelve y siembra en su vientre una plegaria.
Sube y vuela tu mirada hacia el mar.
Y es que nada, nada cambiará mi amor.
Y hay que impedir que juegues para el enemigo...

En el silencio...


Es increíble notar que cuando uno busca las palabras para comunicarle algo a alguien, se da cuenta de que las palabras ya se dijeron, y probablemente de una manera muy hermosa y en completa armonía entre si.

Es por eso que en estos momentos por los que transcurre mi vida y la del planeta me encuentro respaldado por un susurro que me da la fuerza y la esperanza para poder seguir con esto. Ese susurro se transforma en acordes y melodías acompañadas por las más exquisitas obras literarias que trascienden a los tiempos y a los lugares, y nos hacen darnos cuenta de lo bueno que es la vida mas allá de los malos ratos...

Por esto, he decidido comenzar por el principio... Todo lo que yo diga, perderá su significado inmediatamente luego de haberlo escuchado. Por alguna razón, existen personas muy especiales en este planeta, las cuales se encargan de reforzar todo el significado que uno pueda llegar a darle a su subjetividad. Ellas son las que nos recuerdan que nunca hemos estado solos, y que nunca jamás lo estaremos.

He decidido honrarles un merecido “homenaje”, o más bien, una parte de mi vida a estas personas. Ellos estarán siempre ahí, sin importar lo que yo haga, pero siento que es necesario para mí hacer algo al respecto... aunque probablemente sea solo un placebo que me deje tranquilo por unos instantes.

A partir de ahora comenzare lentamente a llenar ese espacio que siento que falta aquí. Es el espacio del arte, mas específicamente de la música, como solo los grandes artistas pueden ofrecer.

Artistas como García, Solari, Spinetta, y varios otros, quienes siempre nos estuvieron acompañando y dándonos su vida para combatir la ignorancia, la injusticia o simplemente para darnos las palabras... aquellas palabras que siempre estuvieron pero que nunca supimos encontrar. Ellos las encuentran, y la plasman en una hermosa composición poética y sinfónica, y es algo tan maravilloso que no puede ser obviado en la vida, y que todos deberían al menos intentar escucharlos... escucharlos entre el ruido...

domingo, 12 de octubre de 2008

Ética: la neblina del razonamiento

Cuando alguien intenta describir una situación o dar su opinión sobre algo, se esta utilizando una forma subjetiva de comunicarse, es decir que esta tratando de convencer a los demás o dejar en claro su punto de vista. El problema se da cuando uno tiene que ser completamente objetivo e imparcial, puesto que todo lo que hacemos siempre tiene una carga de subjetividad implícita.

Analizando mas a fondo la subjetividad, podemos notar que toda acción subjetiva parte inconscientemente de la ética. La ética propiamente dicha, es la capacidad de decidir sobre un comportamiento, y decir si es algo bueno o algo malo. Por ende podemos decir que la base de la ética rige sobre nuestra percepción sobre el bien y el mal.

Toda carga subjetiva que se aplique a cualquier manifiesto de la persona, tiene por ende una inclinación a discernir sobre el bien o el mal de la acción comunicada. Esto se aplica a todos los tipos de gustos, estéticos o intangibles. Por ejemplo, el bien y el mal se aplica al gusto por un dibujo, ya que cuando alguien dice que le gusta o no ese dibujo, esta intentando decir que para el es bueno o malo. Esto se debe a que el bien y el mal es la base de todas nuestras emocionalidades, de todos nuestros principios lógicos y nuestra racionalidad.

Para entender mejor la ética, hay que entender el origen de la misma. Su origen yace desde nuestros primeros días de vida. Se puede decir que la ética es alimentada desde un principio por nuestros sentidos: cuando uno siente un impulso que afecta negativamente a nuestro organismo, como el dolor por ejemplo, automáticamente nuestro cerebro almacena ese impulso y lo registra en nuestra ética como algo malo.

De ahí en más, nuestra difusión ética se va a ir incrementando por cada acción que afecte nuestro entorno. El problema consiste en que esta imagen que tenemos sobre lo que está bien y lo que está mal va a depender directamente de nuestra experiencia personal, y modificarla puede llevar mucho tiempo, ya que uno adopta su postura ética como la única verdad absoluta.

Partiendo desde el comienzo, una persona nace con algo heredado de nuestros antepasados: los instintos. Los instintos no se pueden obviar, y están presentes desde el comienzo hasta el final de la vida. Podemos decir entonces que antes de cualquier razonamiento (ético, lógico o moral) se encuentran los instintos. Inmediatamente después de los instintos en nuestras capas de razonamiento, se encuentra la ética. Esto quiere decir que la ética no puede de ninguna manera condenar las acciones o impulsos generados por nuestros instintos.

Esto se debe a que el razonamiento se realiza en etapas. Las etapas del razonamiento que se pueden apreciar, son como ya se dijo, en primer lugar los instintos. En segundo lugar, la ética que comienza a formarse a partir de los instintos, es decir, inmediatamente luego de nuestra constitución. En tercer lugar se encuentra la etapa de la razón. La razón se compone de diversas capas, pero la tomaremos como una única. Esta capa, al igual que las demás, no puede de ninguna manera obviar el razonamiento de las capas anteriores. Es decir que la razón es afectada de forma directa por la ética, y la ética a su vez esta siendo afectada por los instintos y modificada o desarrollada por los sentidos.

Por ultimo, la cuarta etapa del razonamiento es la etapa moral. Esto quiere decir que el razonamiento comienza primero por nuestros instintos, luego se aplica un razonamiento ético, es decir, si lo que se razona forma parte de lo que contemplamos como bien, inmediatamente se aplica la razón, e inmediatamente se plantea la razón moral, es decir, como va a reaccionar el entorno ante nuestro accionar.

De esta manera obtenemos razonamientos tan diferentes dependiendo de un ser u otro. Esto se debe exclusivamente a nuestra ética.

La razón de esto es que, de las cuatro etapas, la ética es la más afectada por el entorno, y se encuentra en un nivel de razonamiento muy bajo que altera las capas siguientes, al igual que el resto de las capas altera a su consiguiente.

Entonces, viendo que la ética esta presente desde antes que nuestro razonamiento, podemos decir que todo lo que uno hace es en esencia éticamente correcto, y solamente se realizan acciones que, de acuerdo a nuestra ética, estén aprobadas. Ya que nadie realiza acciones que sean éticamente incorrectas para si mismo.

Cuando una persona se preocupa por algo que hiso, que le parece que va a ser reprobado por la sociedad, ya no se trata de ética, ya entraría en la parte del razonamiento moral, pero éticamente y a muy bajo nivel de razonamiento, esa acción fue aprobada por el razonamiento ético de esa persona.

Así obtenemos que pueda haber acciones o argumentos que sean aprobados por la razón, pero que sean moralmente reprobados, puesto que la razón se aplica antes que la moral, y no hace falta llegar a una etapa de razonamiento moral para que algo sea razonable.

Por último, y para terminar, quisiera decir que para que un razonamiento sea objetivo, imparcial, y use un cien por ciento de razón, se debería obviar la ética. Es decir que no existe un razonamiento completamente promovido por la razón y que no haya sido adulterado por la ética.

Además, me gustaría decir, que la ética es la parte de la racionalidad que no nos permite comprender todo nuestro potencial de razonamiento, debido a que esos conceptos en que se basa la ética, el bien y el mal, no son reales, solo lo son para nuestro ser inconsciente que intenta buscar una explicación racional pero sin completar las etapas de razonamiento puro.